Son esos momentos, en los que te levantas y no sabes que hacer, sigues en tu cama acostada y piensas en lo que te deparara este nuevo, si valdrá la pena seguir a delante o será mejor seguir acostada y ver como el día se acaba por la venta sin hacer nada. Pero decides que hoy quieres levantarte con buen pie, con el pie derecho, escoges tu ropa, la que te hace sentir bien y hace que te veas bien, pones tu música preferida la que te recuerda cosas que te han hecho feliz. Bailas, cantas, sonríes y piensas: Ya estoy prepara, prepara para este nuevo día y poder alcanzar mis sueños.

martes, 28 de febrero de 2012

Capitulo 8

No sé cuánto tiempo estuvimos ahí, pero estaba consciente de que todo iba mal, no veía a Carlos moverse y eso significaba que estaba inconsciente. Me balanceé hacia un lado y hacia el otro para poder moverme, caí al suelo y fui hacia él.
-Mmmmm- Le decía mientras intentaba moverlo con las manos-
Era inútil, el no despertaba, estaba manchado de sangre y yo no sabía qué hacer. Gateé hasta la carretera, pero era un barrio donde pocos coches pasaban y la gente no salía muy a menudo a la calle. Seguí gateando hasta que pude ver que alguien venia hacia mí.
-¿Qué te ha pasado Natalie?
Era José, nunca me había alegrado tanto de verlo como hasta ahora. Se agacho hacia mí, me quito el fizo de la boca y las cuerdas que ataban mis manos.
-Ha sido horrible… Tenemos que ir a por él…esta inconsciente-Me lancé sobre él y lo abrace con todas las fuerzas que tenia.
-Ehh, ehh, todo va a estar bien, pero tienes que tranquilizarte y contarme todo lo que ha pasado-  Me decía mientras quitaba algunas lagrimas que caían sobre mis mejillas.
-tenemos que ir a donde esta Carlos.
Salí corriendo, hasta que llegué que a donde estaba Carlos, seguía tirado en el suelo, no se había movido. Me tire sobre él, y lo abrace.
-Carlos, despierta…
-¿Pero qué le ha pasado?
-Tenemos que sacarlo de aquí.
José agarro a Carlos y lo levanto del suelo.
-Ayúdame, sujétalo por el otro lado.
Yo obedecí sin decir una sola palabra y  caminamos hacia la carretera.
-¿Dónde vamos?- pregunte-
-A mí casa, no hay nadie. Más adelante cogeremos un taxi.
Asentí con la cabeza.

1 comentario: