Me levante a las siete de la mañana con mucha energía. Hoy tenía
ganas de que todo fuera diferente, de que me pasaran cosas buenas, que saliese
el sol por mi ventana y me alumbrara. Hoy quería tener una sonrisa en la cara y
que todos los problemas se acabaran. Quería volver a llevar mi vida normal, y aunque no sea
normal, me conformaba con que dejaran de pasarme cosas malas.
Me cambie de ropa, desayune, me lave los dientes, cogí mi
mochila y me fui al instituto. Hoy había llegado temprano, asique espere un
poco en la salida hasta que tocaran el timbre.
-¡Natalie!-Gritaron mi nombre a lo lejos-
No sabía quién me estaba llamando, asique que empecé a mirar
por todos lados. Hasta que vi, que era Paula.
-¡Cariño!-Salí corrí
a saludarla- No sabes cuánto te echado de menos.
Paula es una amiga, solemos estar juntas en todas las
clases, y antes de los exámenes
estudiamos juntas, yo suelo ser su profesora en ciencias y ella mi
profesora en lengua.
-¿Ya estas mejor?
-Sí, no sabes que mal lo he pasado, toda una semana enferma,
encerrada en casa…puf… Ha sido lo peor.
Hace una semana que Paula no había venido, había cogido un
resfriado y estaba con fiebre en cama.
-Bueno tía pero ahora ya estás bien, sabes para celebrarlo
te invito a un fiestón este sábado, ¿qué te parece?
-Jajaja, pues muy bien, ¿de quién es la fiesta?
-Pues del chico nuevo, Benjamín. Se traslado hace dos días.
Ya te lo presentare, va a nuestra clase.
-Y… ¿Cómo está?- Sabia que se estaba refiriendo a su físico-
-Como un tren- Dijo Bianca-
-Jejeje, ya ha contestado ella-Abrasé fuertemente a Bianca-
te echaba de menos.
-Y yo a ti, bueno… ¿este sábado fiestón no?
-¡Sí!
Había mucha gente a nuestro alrededor, pero yo no me había
dado cuenta hasta que oí que sonó el timbre. Nos dirigimos las tres a nuestra
Clase. Entramos y nos sentamos cada una en su respectivo pupitre, aunque la
verdad es que cada una se podía sentar donde quisiera, ya que cada clase tenía
un aula diferente.
-¿Qué toca ahora?
-Inglés.
-Gracias-Me susurro al oído suavemente-
-De nada.
Se sentó, a mí lado, y empezó a sacar sus libros.
-¿Qué había de deberes Benjamín?
-Mmmm…Traducir la página 112 del libro.
-Vale, no lo he hecho.
-Te los dejo si quieres…-Me prestó sus deberes y me enseño
un poco lo que habían dado ayer-
-¿Se te suele dar también todo?-Pregunte riéndome-
-Mmmm…Casi todo.
-¿Qué se te da mal?
-Las mates y…el amor.
-En mates te puedo ayudar yo, pero con el amor, creo que soy
la menos indicada.
En ese momento, acaba de entrar, mi profesora, Raquel.
-Vamos a comenzar la clase, sacar los libros y los deberes
que vamos a corregir.
Le devolví lo deberes a Benjamín.
-Gracias.
-¿Benjamín puede leer el texto en inglés y traducirlo?
-Sí, claro.
Tenía un acento inglés perfecto, creo que podía asegurar que
no era español. Lo escuche con gran asombro hasta que termino.
-Muy bien Benjamín, ha sido perfecto, parecía usted un
autentico inglés.
-Gracias. Pero es porque mi padre es ingles y mi madre es
francesa. Aunque yo nací aquí, antes los solía escuchar hablar.
-Eso no quita que usted tenga una perfecta pronunciación.
Bueno, prosigamos, señorita Paula, quiere traducirnos el texto.
Paula también tiene una perfecta pronunciación inglesa, le
encanta hablar en otros idiomas, e interpretar y cantar.
-Muy bien señorita Paula. Podría salir a leer el dialogo de
la página 123 con Benjamín.
Salieron los dos. Yo los escuchaba atentamente desde mi
asiento. Y cuando terminaron, sonó el timbre.
-Bueno la clase ha terminado, hacer los ejercicios de la
página 112.
Cundo Raquel salío por la puerta, yo me levante y me dirigí
hacia el asiento de Paula.
-¿Tía tu crees que puede salir con él?- me pregunto ella-
-¿Te gusta?-Dije con cara de sorpresa-
-Bueno… creo que acaba de ser un flechazo.
-Jejeje… conócelo y si ves que puede funcionar, lánzate.
-Bueno, ya veré, coge tus cosas y vamos al laboratorio que
tenemos que terminar nuestro experimento.
-Voy, espérame en la puerta.
Volví, a mi asiento, y recogí mis cosas.
-Benjamín, vamos que toca clase en el laboratorio.
-Voy, Voy.
Fuimos los dos hacia Paula, que estaba con Bianca y
caminamos hacia el laboratorio.
-Mmmm…Esperar, que creo que se me ha olvidado algo, ir
siguiendo, que yo ya os sigo.
Fui hacia el cuarto de baño, y cuando estuve llegando vi a
una chica llorando, no la conocía, creo que no la había visto nunca en el
instituto.
-¿Qué te pasa?
-Nada…
-Si no te pasara anda no estarías llorando, me llamo Natalie,
¿y tú?
-Elena.
Era una chica un poco rara, por su vestimenta creo que era
emo. Llevaba puesto una camisa negra nadadora, una falda de volantes con un
cinturón de calavera y unas converse. Su pelo era negro, largo, y un con
flequillo que le cubría el ojo izquierdo.
Me senté a su lado y empecé a preguntarle que le había
pasado.
-Natalie, ¿Por qué te interesas tanto en mí?
Fue una pregunta extraña, pero supongo que en ese momento se
sentía sola.
-Supongo que no puedo ver a una persona llorar y quedarme a
mirar.- Respondí sonriendo- Ahora vamos, te dejo en tu clase, o si prefieres
podemos dar una vuelta.
que bonitoooo que majaaa, me gusta esa chica nueva :)
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